Pablo Ráez convirtió su lucha contra la leucemia en un fenómeno viral y consiguió que los trasplantes de médula se dispararan.
El pasado enero, Pablo Ráez compartió en su perfil de Twitter una reflexión antes de dejarnos, y desde aquí nos gustaría poder compartir sus palabras:
«He tenido una reflexión que me gustaría compartir con vosotros. Vivimos en un sistema de vida en el que trabajamos y ganamos dinero por tiempo, es decir vivimos por y para el tiempo. Vivimos esclavos de este sistema que se basa en la pura burocracia. El planeta se está degenerando poco a poco, lo estamos destruyendo, derretimos los polos, producimos sin control, provocamos guerras, asesinamos personas y un largo etcétera que hacen que este mundo alcance su fin y todo esto lo estamos produciendo por dinero. No somos felices con lo que tenemos, siempre queremos más. La vida se debe basar en lo básico que se necesita y vivir en un sistema que realmente mire por cada persona y por cuidar este impresionante planeta lleno de belleza. Tenemos que ser más felices y ver realmente lo que estamos haciendo por y para el mundo, tenemos que empezar a darnos cuenta de la importancia que tienen realmente las cosas y valorar las verdaderamente importantes. Demos más amor, primero a uno mismo y después al mundo. Hasta que no te quieres a ti mismo no puedes querer a los demás. Demos más sonrisas, demos más abrazos, demos más paz , demos la mejor versión de nosotros mismos. Demos gracias a la vida por darnos el gran lujo de poder despertarnos cada mañana, seamos más agradecidos. 🙏🏻❤» – Pablo Raéz.
Pablo Ráez ha sido un luchador que ha salvado y salvará muchas vidas, porque su lucha, coraje y amor, marcó un antes y un después en la conciencia de muchas personas, y a todas aquellas que nos ha marcado su lucha, su valentía, seguiremos sembrando y cuidando lo que él comenzó.
Gracias Pablo, por mostrarnos que esta vida es maravillosa, por dejarnos ver la belleza de esta vida incluso en los momentos más difíciles. Gracias por hacernos tomar conciencia de la importancia de donar, de compartir, por hacernos más human@s. Por mostrarnos que el camino está en la felicidad de vivir y amar.
Y terminando también con sus propias palabras: «La muerte forma parte de la vida, por lo que no hay que temerla, sino amarla» – Pablo Ráez.
Y es que esa es la gran verdad … la muerte no es triste, gracias a que existe la muerte, vivimos, gracias a que sabemos que no somos inmortales, tenemos proyectos de vida, metas que alcanzar, un despertar cada mañana. Lo verdaderamente triste es no saber vivir. Sólo necesitamos ser conscientes de lo maravilloso que es vivir para ser felices, y sólo necesitamos respirar y amar para vivir.
Pablo si sabía vivir, por eso puedo hablar de su muerte hoy, y sonreír. Gracias Pablo, por ser y compartirte.
